La terapia cognitivo conductual es un tipo de terapia de conversación (psicoterapia). Trabajas con un terapeuta de forma estructurada y asistes a una cierta cantidad de sesiones. La terapia cognitivo conductual te ayuda a tomar conciencia de pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar ciertas situaciones que te acontecen y/o repites, con mayor claridad y responder a ellas de forma más eficaz.
Puede ser un instrumento muy útil, ya sea sola o en combinación con otras terapias, para tratar los trastornos de salud mental, como: la depresión, la ansiedad, o un trastorno de la alimentación.
Generalmente requiere menos sesiones que los otros tipos de terapia y se realiza de forma estructurada.
El terapeuta te incitará para que hables acerca de tus pensamientos y sentimientos y sobre las cosas que te preocupan. No te preocupes si te resulta difícil hablar acerca de tus sentimientos. El terapeuta puede ayudarte a que te sientas más seguro y más cómodo.
La terapia cognitiva conductual suele centrarse en problemas específicos, utilizando un enfoque con objetivos determinados. A medida que avances en el proceso terapéutico, el terapeuta puede pedirte que hagas tareas en el hogar (actividades, lecturas o prácticas para desarrollar más lo que aprendes durante tus sesiones de terapia habituales) y estimularte para que apliques lo aprendido en tu vida cotidiana.
El enfoque del terapeuta dependerá de tus preferencias y de tu situación particular. El terapeuta podrá combinar terapia cognitiva conductual con algún otro enfoque terapéutico (por ejemplo, terapia interpersonal, que se centra en las relaciones con otras personas).
La terapia cognitiva conductual comúnmente incluye estos pasos: